
Los aranceles impuestos por Estados Unidos a México y Canadá recientemente abren la puerta para retaliaciones, crecientes posibilidades de guerras comerciales y revivir lo que en el pasado reciente se denominó “currency wars”. En el campo económico un ejercicio realizado por la Universidad de Yale mostró importantes efectos adversos al bienestar económico. Un hogar promedio vería una reducción en su ingreso disponible del orden de 3400 USD. Igualmente su canasta de consumo personal podría aumentar de precio un 2%, mientras que el PIB se reduciría en un 1%. El efecto fiscal planteado por el Congressional Budget Office sería del orden de ingresos del 0.1% (del PIB) anuales. De acuerdo con el centro de pensamiento Foreing Council of Relations, en estados como Ohio, Texas, Nuevo México, North Dakota, y Luisiana se verán afectados dados los vínculos de sus empresas con México, China, y Canadá.