Comentario 14 de febrero 2024 Los efectos de la pandemia en el frente fiscal todavía impactan los principales indicadores fiscales. El saldo de deuda pública agregada pasó en la región de 66.6% del PIB en 2018 a 76.1% en el año 2020, con una reducción al 69% en 2023. Las necesidades de gasto en materia de salud, seguridad, alivios sociales, y, ayuda a empresas implicaron significativos aumentos en las erogaciones estatales. La gestión de las finanzas públicas será determinante para forjar la estabilidad de las economías en la próxima década. La OCDE en un análisis reciente plantea que la eficiencia en el gasto público es clave para no desperdiciar recursos. La prudencia fiscal para no desbordar los niveles de gasto podría realizar acciones tendientes a: 1)establecer límites o techos al gasto; 2) incrementar la transparencia del gasto público con todos los entes de la sociedad; 3) mejorar la coordinación entre actores de gobierno; 4) mejorar las capacidades técnicas para las proyecciones; 5) medir mejor las contingencias; 6) incluir el efecto en el gasto público que traerán los temas climáticos
