La pandemia afectó notoriamente las cuentas financieras y fiscales de la mayoría de países de América Latina, y mermó en diversos grados su perfil crediticio en los mercados internacionales.
Ante las perspectivas de mayor inflación, mayores tasas de interés y menor crecimiento económico, el reto de América Latina es doble: reafirmar la credibilidad en el pago de sus compromisos crediticios, y proteger a la población económicamente más vulnerable.