
El Banco Mundial espera que el momento de bajo crecimiento del 2024 pueda superarse una vez que la política monetaria y fiscal tiendan a normalizarse en la región. Retos quedan para consolidar un mejor crecimiento en el corto plazo. Un control de la inflación que permita que la política monetaria tenga mejores grados de libertad. Una trayectoria de deuda pública que hoy oscila por 62% del PIB, aún por encima del 59.1% registrado en el año 2019; la generación de espacio fiscal para inversión y capital público es una necesidad. Como recomendación general los gobiernos pueden aprovechar mejor el proceso del nearshoring, e incluir la Inversión Extranjera Directa, en sus agendas de política pública. De manera estructural es clave mejorar la capacitación de la mano de obra, reducir el déficit de infraestructura física, mejorar la provisión de fuente de energía, y una mejor integración a las cadenas de valor productivas de orden global.