
Terminando el mes de marzo los grandes bancos centrales del mundo marcaron algunas tendencias en materia de política monetaria. En Estados Unidos la pausa y la preocupación por un panorama incierto marcan el momento. En Inglaterra, el dato puntual de inflación del mes de febrero encendió alarmas, aunque la tendencia de los precios resulta ser mas benévola hoy, si se enmarca en un horizonte de los últimos 30 meses. Una inflación objetivo del 2% sigue siendo el propósito de mediano plazo. En Europa, la reducción de tasas de interés se contextualiza en un entorno de expectativas de inflación del orden del 2.3% en el 2025 y 1.9% en el 2026; esto sentaría las bases para que los instrumentos de financiamiento operen con mayor fluidez ante las necesidades de crecimiento. En Japón, se observa una situación de una “moderada” recuperación económica, que aún exige tasas de interés cercanas a cero, de acuerdo con la autoridad monetaria