Ante la cuarta revolución, las personas y empresas están más expuestas a los entornos digitales. Creando canales que desde la virtualidad les permiten dar solución a los quehaceres diarios de forma más rápida y desde la comodidad de su hogar u oficina. Sin embargo, estos canales han generado que la delincuencia encuentre formas de trasladar las modalidades de materialización de fraudes al ámbito virtual, electrónico, aprovechando vulnerabilidades de las empresas y personas. El fraude electrónico es una práctica que ha generado grandes impactos y que sigue mutando y adaptándose a través de la creación de nuevas tecnologías y canales.
En esta publicación sobre el fraude electrónico hacemos un recorrido por la modalidad, para que se informe y anticipe a los delincuentes.