Saber dónde ingresamos, almacenamos y compartimos nuestra información y datos personales, bien sea en ambientes online u offline, es tan importante como crear ambientes seguros para nuestras transacciones digitales. Parte de la creación de ambientes seguros, es contar con herramientas como los antivirus que nos protegen de ciertos ataques, pero también de cómo es nuestro comportamiento en la red. Estar atentos y ejecutar acciones preventivas en el monitoreo de que documentos descargamos en nuestros dispositivos, que correos o mensajes de texto decidimos abrir, las páginas que visitamos y si custodiamos nuestros datos, serán vitales en protegernos para evitar un desencadenamiento de diferentes modalidades.
Los delincuentes que se dedican a realizar tomas de cuentas, ejecutan estrategias para obtener información confidencial de la cuenta y las credenciales de autenticación, con el objetivo de primero acceder a la cuenta de dicho usuarios, luego validar la información robada; explotar monetariamente esa oportunidad del acceso a la cuenta, cuando se habla por ejemplo de cuentas de Pay Pal o cliente de cliente frecuente en páginas o apps de servicios móviles, vestuario, alimentos, acceder a información; o también, navegar y obtener información extra de datos personales del usuario para posterior publicación y venta en sitios como la DARK WEB y finalmente hasta imposibilitar que el usuario pueda acceder nuevamente a su cuenta o inclusive recuperarla.