Muy buenos días a todos.
Es un honor compartir este micrófono virtual con todos los presentes. Quiero extenderle un breve pero sentido agradecimiento a la Asociación de Bancos Privados de Bolivia, y especialmente a sus directivos: señor Ronald Gutiérrez, en su dignidad de Presidente, Ever Rico, presidente regional Cochabamba ASOBAN, Fernando Pardo presidente Comisión de Riesgos de Bancos de Bolivia y señor Nelson Villalobos en su calidad de Secretario Ejecutivo.
También es un gusto compartir con los representantes de la Banca de Bolivia, los medios de prensa, y con nuestros demás grupos de interés, en el cual estoy seguro que el gobierno será uno de los principales interesados y nos acompañara en este importante evento, el lanzamiento oficial de la séptima versión del Congreso latinoamericano de Riesgos – CLAR 2022, que en esta ocasión organizaremos conjuntamente con ASOBAN, tema de mucha importancia y más aun después de la grave pandemia que azota al mundo, y los efectos de gas invernadero que ya dejan ver cada vez más fuertes los impactos en nuestro planeta, y no menos importante la revolución tecnológica que viene cada vez a mayores velocidades, y la delincuencia informática que acompaña esta revolución, cada vez más organizada y colaborativa, obliga a tener actualizados y atentos a nuestros expertos en riesgos de la banca latinoamericana con las mejores prácticas que podremos observar en nuestro congreso entre muchos otros temas de interés. Este evento, que organizamos anualmente desde el año 2016 en varios países de la región, ha convocado a más de 1.400 directivos y 100 conferencistas de riesgos provenientes de 15 países.
De esta forma, el Congreso CLAR se ha constituido como el foro por excelencia que congrega a los directivos de riesgos de los sectores bancario y financiero de América Latina en un solo lugar. A la luz de la coyuntura actual, la administración de los riesgos que enfrenta nuestra Banca es una tarea cada vez más retadora, más exigente, y con un impacto cada vez mayor en el negocio bancario. Ya no se habla de las áreas de riesgos como áreas de soporte, sino como áreas estratégicas que, más allá de emitir políticas crediticias y fijar límites a determinadas exposiciones, hoy día generan valor agregado a través de su impacto en la estrategia corporativa y en un mejor entendimiento del mercado donde los bancos operan. Mencionaré brevemente dos ejemplos de lo que expuse al inicio, para contextualizar la forma en que han evolucionado las áreas de riesgos de la Banca, y cómo el congreso CLAR agrega valor a los directivos de dichas áreas.
El primero radica en la creciente importancia de las finanzas sostenibles y la transición climática en el sector financiero. Los asuntos relacionados con identificación, medición y administración del riesgo climático adquieren cada vez más relevancia, razón por la cual a los gestores de riesgos se les exige ir más allá, e inclusive se les exige apoyo para gestionar los posibles riesgos ambientales y sociales derivados de otorgar financiamiento en determinadas geografías y sectores económicos.
Por otra parte, los riesgos de ciberseguridad y prevención en fraude son, quizás, los que más desvelan a nuestros banqueros. Estos riesgos han aumentado en frecuencia, en severidad, y en impacto económico inclusive desde antes de la pandemia, debido en gran parte a las inversiones en transformación digital de nuestra Banca.
Hoy día, la gestión de estos riesgos no es una responsabilidad exclusivamente de las áreas de tecnología – de hecho, aquellos bancos que se mantienen un paso adelante en términos de estrategia son aquellos que involucran a las áreas de gestión de riesgos en la mitigación de incidentes asociados a fraude y tecnología, tanto en canales físicos como digitales. Por último, pero no menos importante, quiero reiterar mi agradecimiento a nuestro país hermano de Bolivia, a ASOBAN, y a los señores Gutiérrez y Villalobos, por acoger la séptima edición del congreso de riesgos más esperado por la Banca en América Latina.
Estoy confiado que su pujante sector bancario, su posición geográfica en la región, y su optimismo hacia el futuro, harán de este congreso CLAR uno de los más relevantes en su historial. Muchas gracias por la invitación. ¡Espero poder saludarles personalmente muy pronto!