
Los bonos soberanos de América Latina han mostrado apetito por parte de inversionistas extranjeros, dado su actividad en los mercados financieros internacionales, unas tasas de interés competitivas y una desvalorización del dólar que ha sorprendido a todos a nivel global. De manera estructural se habla de una deuda pública que hoy alcanza en la región un cociente deuda/PIB del orden del 70%. Este número ha evidenciado menores grados de libertad de la política fiscal, dada convivencia entre gasto público al alza, altos costos de servicio de la deuda y menor capacidad presupuestaria. La región no podría responder en el mediano plazo con solvencia a retos que se avecinan tales como el fin del llamado “bono demográfico” y las emergencias derivadas de la adaptación climática; siendo la región sensible al cambio climático en temas como inundaciones, sequías y huracanes, se prevén gastos estatales futuros. Hoy los flujos de capital de corto plazo llegan, pero de acuerdo con la CAIXA Bank de España, es previsible que éstos cada vez sean mas selectivos y quizás menos volátiles.








