
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional la situación fiscal de algunos países es digna de observación y alarmas dado su tamaño y repercusión en la economía global. Por un lado, China viene dando un poderoso plan de gasto que respalda una demanda agregada mucho menos dinámica que hace apenas un lustro. Brasil, India y Europa se verían avocados a un ajuste fiscal importante para estabilizar su cociente deuda/PIB a lo largo de la próxima década, dada la magnitud de sus déficits. Europa enfrenta importantes retos fiscales dado el bajo crecimiento económico (1% en un buen escenario), el envejecimiento poblacional, los programas de gasto social y el gasto en defensa que promete ser creciente. Unas tasas de interés que en algunos países aún no disminuyen, unas presiones inflacionarias latentes dados factores estructurales complican el panorama. Adicionalmente, las recientes distorsiones de algunos tramo de las curvas de rendimientos de bonos públicos han elevado el costo del dinero en el corto plazo, encareciendo el costo del financiamiento para muchos gobiernos.