La política monetaria en el año 2025 parece caminar en diversas trayectorias que pueden traer volatilidad de los precios financieros a nivel global. La Reserva Federal de los Estados Unidos podría reducir sus tasas de fondos federales entre 25 y 50 puntos básicos en el presente año. Un crecimiento económico dinámico, un consumo interno sostenido y una inversión privada al alza, sumados a política fiscal carente de ajuste y una eventual política comercial proteccionista, tendría como consecuencia presiones inflacionarias. El Banco Central Europeo tiene amplios incentivos para reducir sus tasas de interés y promover un mayor crecimiento económico en el mediano plazo. El Banco de Inglaterra tendrá amplia observación de la inflación, ya que, por un lado quiere promover el crecimiento, mientras que por otro la inflación mostró una tendencia creciente durante los últimos 4 meses de 2024. En Japón se espera un aumento de tasas, dada una situación económica mas favorable
